¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?

 

La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite a particulares y autónomos en situación de insolvencia cancelar sus deudas y comenzar de nuevo sin cargas económicas asfixiantes. Se trata de una vía real y efectiva para recuperar la tranquilidad financiera y volver a empezar.

 

En Reyes Castro y Asociados te asesoramos en todo el proceso, desde el análisis de tu situación hasta la cancelación definitiva de tus deudas, asegurándonos de que aproveches al máximo este derecho.

Información

¿Quién puede acogerse?

 

Este procedimiento está pensado para:

  • Personas físicas con deudas que no pueden afrontar.

  • Autónomos que han tenido que cerrar su negocio y arrastran obligaciones pendientes.

  • Familias que necesitan liberarse de cargas financieras y recuperar la estabilidad.

 

 

 

 

¿Qué es la Ley de Segunda Oportunidad?

La Ley de Segunda Oportunidad es un procedimiento legal que ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de renegociar o incluso cancelar sus deudas cuando ya no pueden afrontarlas. Se basa en el principio de dar una nueva oportunidad a las personas que, actuando de buena fe, han llegado a una situación de insolvencia y necesitan empezar de nuevo sin quedar atrapadas de por vida en un círculo de deudas impagables.

¿Quién puede acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

Pueden solicitarla tanto las personas físicas como los trabajadores autónomos que se encuentren en una situación de insolvencia real. Es necesario cumplir con algunos requisitos, como haber intentado previamente un acuerdo de pago con los acreedores y demostrar buena fe, es decir, no haber ocultado bienes ni haber cometido delitos económicos relacionados con las deudas.

¿Qué beneficios ofrece acogerse a esta ley?

Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad permite cancelar parte o incluso la totalidad de las deudas, dependiendo del caso concreto. También supone una protección frente a embargos y ejecuciones mientras dura el procedimiento y, en ciertas circunstancias, es posible conservar la vivienda habitual o bienes esenciales. En definitiva, la principal ventaja es recuperar la tranquilidad y la posibilidad de empezar de nuevo sin la carga de las deudas.